«Tomás Turbado, funcionario», la serie. Episodio 1: «Sobre cómo Tomás se convirtió en funcionario (o sobre cómo Tomás jodió a García)»

FUNDIDO DE OBERTURA

NEGRO SOBRE LA PANTALLA. CRÉDITOS INICIALES.

1ª. INTERIOR. OFICINA TRABAJO – TOMÁS. DÍA:

TOMÁS TURBADO comienza a entrar en su lugar de trabajo. La ÚLTIMA IMAGEN del Episodio Piloto enlaza con la PRIMERA IMAGEN de esta escena, que SE ENCUENTRA CONGELADA (PLANO ENTERO de Tomás Turbado de frente).

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“Por cierto, no os lo había dicho… Hoy es mi primer día (tras unos segundos) como funcionario de Hacienda”

La IMAGEN entra en movimiento y Tomás Turbado se dirige a su puesto de trabajo. Mientras va andando, los COMPAÑEROS DE TRABAJO con los que se va encontrando por el camino, todos sin excepción, le dedican a Tomás miradas de cierto recelo. Todos se encuentran tras un mostrador para atender a las personas que van llegando o tras algún tipo de mostrador.

Tomás Turbado parece ir con confianza; lleva la cabeza erguida (como bien le decía su fallecido padre) y porta cierta sonrisilla de orgullo. En un momento dado, choca con una CHICA (MELINDA MONTERO, la nueva becaria de la oficina; de unos 25; guapa y con cierto atractivo físico menoscabado por una muy clásica indumentaria; muy, muy tímida… en apariencia al menos) que, agachada, se disponía a recoger unos papeles esparcidos por el suelo. La chica se asusta y da un respingón. Inmediatamente, al ver a Tomás Turbado, y pensando que es un alto cargo en el lugar, se disculpa con presteza…

CHICA:

(muy nerviosa, repitiéndose continuamente)

“Lo siento, lo siento… discúlpame, es que, es que se me habían caído los papeles y… y me había agachado para coger los papeles porque se me habían caído y… y…”

TOMÁS TURBADO:

(tratando de calmar a la chica)

“Tranquila… tranquila. No pasa nada… es normal que… (Tomás se agacha y comienza a ayudar a la chica) los papeles… (en ese momento, desde el suelo, las miradas de Tomás y la chica se entrecruzan durante unos segundos) que los papeles se caigan… al suelo. (tras unos segundos) ¿No?”

La chica, cortada, le retira a Tomás Turbado la mirada fija a los ojos y la dirige de reojo hacia otra parte. En ese momento, aparece un HOMBRE que parece ser el jefe de todos.

JEFE:

(SIEMPRE con una sonrisa fingida)

“Hombre, Don Tomás Turbado… mi hombre más eficiente»

Tomás Turbado se levanta rápidamente del suelo, y se coloca bien la chaqueta. La chica se queda allí, terminando de recoger los papeles. En ese momento. El jefe le pone la mano sobre los hombros y se lo lleva consigo.

JEFE:

“Permíteme darte expresamente la enhorabuena…”

Mientras, Tomás Turbado, guiado por su jefe, continúa mirando hacia atrás, hacia la chica.

TOMÁS TURBADO:

“Per’ perdona señor Berenguer, pero trataba de ayudar a la chica…”

Berenguer continúa a lo suyo, como si la cosa no fuera con él, como si no escuchara en absoluto lo que Tomás Turbado trata de decirle.

SEÑOR BERENGUER:

(siguiendo a lo suyo, como si no supiera de qué le hablan)

“¿A quién?»

TOMÁS TURBADO:

(tratando de explicarse)

“A la chica que…”

En ese momento, cruza un HOMBRE enchaquetado por delante de Tomás y el señor Berenguer.

SEÑOR BERENGUER:

(dándole una palmadita en la espalda al hombre y sonriendo fingidamente)

“Hombre, Ricardito… mi hombre más eficiente”

El hombre sonríe algo cortado y continúa su camino. Tomás Turbado y el señor Berenguer entran en el despacho del segundo.

2ª. DESPACHO SEÑOR BERENGUER – INTERIOR. DÍA:

Ambos se sientan en torno a una mesa de trabajo. Berenguer coge un bolígrafo y comienza a abrirlo y cerrarlo, a abrirlo y cerrando, haciendo denotar el gran nerviosismo que guarda en su fuero interno.

SEÑOR BERENGUER:

(hablando con cierta rapidez)

“Bien, bien, bien…”

Tomás Turbado, sentado, no parece saber muy bien qué decir.

SEÑOR BERENGUER:

“Tomasito, Tomasito… (tras unos segundos) Te has hecho mayor. Ya eres todo un hombre… sí (sonríe de una manera muy artificial) Sí, sí. Funcionario… de Hacienda. ¿Te das cuenta, Tomasito? (fingidamente emocionado) Ay… y pensar que llevas aquí toda una vida. (tras unos segundos pensativo) Pero bueno, no me quiero emocionar. Cuenta, cuéntame cómo conseguiste la plaza…”

TOMÁS TURBADO:

“Bueno, la verdad es que…”

SEÑOR BERENGUER:

(serio, señalando a Tomás con un dedo)

“No vayas a decirme que copiaste…”

TOMÁS TURBADO:

(algo nervioso, hablando entrecortadamente)

“No’ no… señor Berenguer. Yo’ yo no he copiado. Se lo pro’, se lo prometo…”

El señor Berenguer se encuentra muy serio. Parece no hacerle mucha gracia la forma de actuar de Tomás Turbado. Éste, sin embargo, comienza a enrojecer…

SEÑOR BERENGUER:

(partiendo a reír de repente y casi gritando)

“’Jaaa’… Vaya cara, Tomasito. Espera, espera…”

En ese momento, Berenguer saca su móvil y le hace una fotografía a la cara de Tomás Turbado, que parece no creerse muy bien todo lo que está pasando… como si, realmente, no conociera a su jefe.

TOMÁS TURBADO:

(perplejo)

“Señor Berenguer… ¿Se encuentra usted bien?”

Berenguer extiende los brazos sobre la mesa y echa su cuerpo un poco hacia delante, como si buscara mayor complicidad con Tomás Turbado.

SEÑOR BERENGUER:

(con el ceño fruncido)

“Vamos, Tomás… entre tú y yo, hombre. Dime cómo conseguiste el puesto y… (alegre, sonriente, incorporándose de su asiento con rapidez) ¡te doy el día libre!”

Tomás Turbado no puede creerse lo que está viviendo. Su cara denota la total incomprensión de tan esperpéntica situación.

SEÑOR BERENGUER:

(muy serio, con el ceño fruncido)

“Miénteme… y créeme, Tomás Turbado. Haré, como que me llamo Romualdo Berenguer de la Serna, que tu plaza como funcionario público del Estado español… quede en absoluto balde…”

El rostro de Tomás Turbado torna en el más absoluto de los temores. Traga saliva…

TOMÁS TURBADO:

Créeme, señor Berenguer… yo, en realidad, no quería…”

FLASHBACK

3ª. CASA TOMÁS TURBADO / CUARTO DE BAÑO – INTERIOR. NOCHE:

Tomás Turbado se encuentra sentado en el wáter. Parece tener el estómago un poco suelto, y los estruendos que produce son realmente escandalosos. Está completamente rojo y sudando…

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“La noche del examen empecé a encontrarme mal… del estómago, ya sabe…”

Tomás Turbado, sentado en el wáter, hace mucha fuerza… aunque no consigue que salga lo que él pretende.

TOMÁS TURBADO:

(con los ojos achinados, rojo, sudando, haciendo toda la fuerza posible)

“¡¡¡Joder…!!!”

4ª. CASA TOMÁS TURBADO / COCINA – INTERIOR. NOCHE:

Tomás Turbado, sentado delante de una mesa, se toma un medicamento para evitar sus problemas gastrointestinales.

TOMÁS TUBADO:

(VOZ EN OFF)

“Puede que fuera por los nervios… pero me doy por trazar un plan…”

5ª. CASA TOMÁS TURBADO / SALÓN – INTERIOR. NOCHE:

Tomás Turbado, con un cuaderno y un bolígrafo entre las manos, se encuentra sentado en el sofá de su salón. Tomás sonríe, como si se le hubiera ocurrido una idea genial (ZOOM al rostro).

6ª. CASA TOMÁS TURBADO / CUARTO DE BAÑO – INTERIOR. NOCHE:

Tomás Turbado, delante del espejo del cuarto de baño, se copia las respuestas de las posibles preguntas que podrían surgirle en el examen que tiene al día siguiente. Tiene el pecho completamente pintado. Tomás Turbado está sonriente, gozoso… cree haber tenido una idea genial.

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“… Luego caí en la cuenta. En ese tipo de exámenes, salvo causa mayor, no te permiten salir al baño”

7ª. CASA TOMÁS TURBADO / SALÓN – INTERIOR. NOCHE:

Tomás Turbado, con un cuaderno y un bolígrafo entre las manos, se encuentra sentado en el sofá de su salón… otra vez.

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“Finalmente, se me ocurrió otra cosa… aunque nuevos acontecimientos harían solucionar el principal problema que implicaba este nuevo plan…”

Y, otra vez, Tomás sonríe, como si se le hubiera ocurrido otra idea genial (ZOOM al rostro, nuevamente).

8ª. CASA TOMÁS TURBADO / CUARTO DE BAÑO – INTERIOR. NOCHE:

Tomás Turbado rebusca desesperadamente en un pequeño armario donde tiene gran cantidad de medicamentos. En un momento dado, encuentra algo. Su rostro es de total felicidad.

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“… Antes del examen, tomaría una pequeña cantidad de un potente e infalible laxante…”

9ª. CAFETERÍA – INTERIOR. DÍA:

Tomás Turbado se encuentra en la cafetería del lugar donde debe hacer el último de los exámenes para las oposiciones a funcionario de Hacienda.

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“… Al día siguiente, antes del examen, me encontraba desayunando… (tras unos segundos) cuando tuve una revelación (a lo lejos, Tomás Turbado ve a un HOMBRE desayunando)»

10ª. OFICINA – INTERIOR. DÍA:

Tomás Turbado se encuentra frente a una MUJER. Ésta se encuentra realmente furiosa.

MUJER:

(gritando, muy histriónica)

“Me da igual… yo sólo puedo hoy. Así que, ya puede ir atendiéndome”

TOMÁS TURBADO:

(nervioso ante la actitud de la mujer)

“Si’ si yo la entiendo, se’ señora…”

MUJER:

(histriónica)

“Nada de señora… ¡señorita!”

TOMÁS TURBADO:

(tratando de hacerse entender)

“Señorita… que yo sólo soy un simple becario”

En ese momento, el hombre que vio en la CAFETERÍA Tomás Turbado hace acto de presencia. Sin que Tomás se dé cuenta, el hombre le baja los pantalones. Así, queda en calzoncillos ante la presencia de la mujer, de las personas que esperan ser atendidas y de todo el personal de la oficina… con las consiguientes risas.

11ª. CAFETERÍA – INTERIOR. DÍA:

Volvemos al momento en el que Tomás Turbado tuvo una revelación tras ver a aquel hombre. Comienza a dirigirse a éste.

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“Me encontré con GARCÍA, supongo que lo recordará. Entró como becario al mismo tiempo que yo…”

Tomás Turbado se sienta al lado de García. Éste lo mira…

TOMÁS TURBADO:

(tratando de resultar interesante)

“Vaya, vaya… García, amigo”

Tomás sonríe.

GARCÍA:

(extrañado de la situación)

“Tomás Turbado… (tras unos segundos) Sabes de sobra que no hablo con retrasados»

Tomás continúa sonriendo, como si no fuera consigo lo que su interlocutor le sugiere. En un momento dado, Tomás pone cara de asombro…

TOMÁS TURBADO:

(apuntando con el dedo a la nada)

“¡¡¡Dios mío…!!!”

En ese momento, García, cuasi asustado por la reacción de Tomás, mira hacia donde éste apuntaba con el dedo. En ese momento, Tomás Turbado aprovecha la oportunidad para echar el laxante en el café de García…

TOMÁS TURBADO:

“Vaya, no era nada… (tras levantarse) En fin, García, suerte para el examen…”

Tomás Turbado se va… ante la cara de perplejidad de García.

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“Aunque esa sólo era la primera parte de mi descabellado plan…”

12ª. AULA EXÁMENES – INTERIOR. DÍA:

García se encuentra sentado, esperando que le entreguen el examen. Tomás Turbado llega y, como ve un asiento libre junto a García, se sienta con éste. Tomás sonríe a García.

GARCÍA:

(tras mirar a Tomás Turbado)

“¡Me cago en la puta de oro…!”

Inmediatamente, García se levanta, tratando de buscar algún otro asiento, aunque todos están ya ocupado. UNO DE LOS EXAMINADORES, cuando ve a García de pie, le reprende…

EXAMINADOR:

“Eh, tú… siéntese, que vamos a comenzar”

GARCÍA:

“Pero…”

EXAMINADOR:

“¿Pero qué?”

García se sienta, resignado ante la situación. Tomás Turbado le sonríe.

Minutos después, el examen se encuentra en marcha.

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“Así que, sabiendo que García, en algún momento debería ir al cuarto de baño… me dediqué a esperar. Además, como no me sabía ninguna de las preguntas…»

García se encuentra muy incómodo, y se mueve constantemente. El laxante comienza a hacerle serios efectos. Tomás Turbado, sonriente, se dedica a inventarse las respuestas.

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“… Decidí inventarme las respuestas”

García levanta la mano, precisando de la asistencia del examinador de antes.

GARCÍA:

(con una de las manos sujetándose el estómago)

“Sé que es improcedente… pero tengo un imprevisto”

EXAMINADOR:

“Se siente… Si decide ir al servicio, para lo que sea que quiera acudir, significará su definitiva renuncia a este examen”

Pasan los minutos en un RELOJ de pared. El rostro de Tomás Turbado continúa sonriente. Éste ha decidido ya no continuar escribiendo siquiera. Tiene las manos apoyadas sobre la nuca. Parece ‘ir sobrado’…

TOMÁS TURBADO:

(VOZ EN OFF)

“En fin… todo era cuestión de tiempo”

García se levanta y se va corriendo del lugar… ante la imposibilidad de aguantarse a acudir al baño.

GARCÍA:

(mientras se va)

“Mierda, mierda, mierda…”

El examinador ni se inmuta. Mientras tanto, Tomás Turbado aprovecha la situación para cambiarle el examen a García, su adversario. Tomás Turbado sonríe…

FUNDIDO A NEGRO

13ª. DESPACHO SEÑOR BERENGUER – INTERIOR. DÍA:

Volvemos al momento en el despacho, cuando Tomás Turbado le explica a Berenguer cómo aprobó las oposiciones. Después de haber oído toda la explicación, la cara de Berenguer es de absoluto asombro. La de Tomás… de absoluta expectativa. Berenguer se levanta de su asiento y da varias vueltas en torno a sí. En un momento dado, se queda mirando, muy serio, a Tomás Turbado…

SEÑOR BERENGUER:

“Tú… tú”

TOMÁS TURBADO:

(con los ojos llorosos, abatido)

“Lo sé, señor Berenguer… No me merezco este puesto. Soy un fraude… (tras unos segundos, llorando y envolviéndose el rostro con las manos) Soy un mierda”

SEÑOR BERENGUER:

“Tú lo que eres… es un puto genio… ¡cojones! (tras unos segundos, en los que el rostro de Tomás Turbado parece tornar en cierto optimismo) Y yo que pensaba que usted era… (con énfasis, como si dijera esas cosas con cierto ‘orgullo’) un paria, un inadaptado, un desecho de la sociedad… siempre con respeto, claro está”

El rostro de Tomás torna en circunstancial ante los calificativos que le propina Berenguer, aunque se encuentra aliviado ante tal giro de los acontecimientos. Berenguer se acerca a Tomás Turbado y le pone las manos sobre los hombros…

SEÑOR BERENGUER:

“Usted, Tomasito… Es un ejemplo a seguir. (tras unos segundos) Enhorabuena por su trabajo. Puede irse… nos vemos mañana, ¡fiera!… y mañana (piensa unos segundos) ¡qué coño! Venga a las nueve y cuarto. Que digo a las nueve y cuarto… ¡a las nueve y media, joder!”

Berenguer abraza a Tomás. Luego, vuelve a su asiento. Tomás Turbado, perplejo, abandona el despacho; recorre el camino que le separa de la puerta de salida de la oficina (todo el trayecto a CÁMARA LENTA) sonriente y sobrado y, antes de abrir la puerta de salida para marcharse, mira hacia atrás. Su mirada se encuentra con la de la chica de antes. Éste le guiña un ojo y… la IMAGEN FUNDE A NEGRO.

FUNDIDO DE CIERRE

FIN

NOTA: El episodio que acabas de leer es la continuación natural del Episodio Piloto («Sobre la ‘T’ al cuadrado») de Tomás Turbado, funcionario. Para más información sobre la serie (y para leer el Episodio piloto), pincha aquí.

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